martes, 16 de marzo de 2010

LA MANO AMIGA

Día a día te vas sintiendo más cerca de la enfermedad...más cerca si cabe del que más quieres en tu vida..Él, junto a esa compañera que le acompaña desde hace tiempo. Esa mala compañera que quiere apoderarse de lo que tú más quieres. Y lo consigue, ¡de qué forma!..CRUEL Y DESPIADADA!!
Poco a poco, casi sin notarlo va apoderandose, va en silencio formando parte de su vida y por lo tanto de la mia, es uno más en la familia..
Dios mío, y cómo entra! Tiene tanta fuerza que es difícil luchar..es difícil aceptarla...es difícil acostumbrarse a vivir con ella, pero es necesario. Tienes una solución: ACEPTARLA.
Te has de acostumbrar a ella . Has de vivir con ella. Forma parte de lo que tú más quieres y por lo tanto forma parte tuya.
Es duro, casi imposible no llorar, no dudar, no maldecir, no rebelarse...pero como al final te das cuenta que ese no es un buen camino intentas vivir con alegría, con ilusión, con esperanza...aunque no sepas ni por qué ni para qué has de VIVIR a TOPE, por tí y por la persona que quieres.
Y cuando parece que el mundo se te viene abajo, cuando parece que todo se vuelve negro, y crees, notas, que te caes por un abismo, que no ves el final, que todo es amargo, duro y cruel...entonces, aparece la mano amiga, aquella que tienes en todo momento. Sí, siempre en cada segundo de nuestra vida aparece esa mano AMIGA que te hace subir de nuevo y remontar. Te hace remar contracorriente y de nuevo resurges y sigues luchando por lo mejor que tienes: LA VIDA.
Esa mano amiga te da siempre lo que necesitas:
Una palabra de aliento...
La solidaridad....
La sinceridad...
La entrega...
Un abrazo...
Una sonrisa....
Un beso....
Una mirada....
Un gesto amable...
Tantas y tantas cosas que hacen que seas la persona más feliz del mundo, están siempre a tu lado, en los momentos buenos y en los malos, siempre... Esa mano amiga no te falla nunca...A lo largo de nuestras vidas hemos contado siempre con esas personas que a pesar de todo han estado siempre a nuestro lado, a ellos les debemos mucho de lo que somos... Yo ahora, en este momento de mi vida les debo más que nunca, jamás podré agradecerles lo suficiente todo lo que han hecho por mí.
SOIS TAN ESPECIALES QUE ES IMPOSIBLE VIVIR SIN VOSOTROS.
MARI

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