"MUY ESPECIAL..."

Jose, seguro se siente orgulloso de su "pasar" por esta vida. Seguro que ahora desde su Cielo, repasa día a día toda su vida, y nada le hará sonreir más que recordar a todas las personas que tanto le han querido.

Seguro que su sonrisa del alma se detendrá (para saborearla bien) cuando llegue el momento de recordar a otras dos personas de las que Jose se sintió orgulloso. Fueron dos personas que antes de tener a nuestros hijos, llegaron a su corazón y como no, llegaron de la mano de nuestros amigos del alma. Ellos son José Vicente y Maria, los hijos de nuestros queridos amigos.

Forman parte de nuestras vidas desde el primer momento. Aún antes de nacer ya eran parte de nuestras vidas porque eran fruto del amor de

esos seres tan especiales.

Les hemos visto crecer y hemos sido "sus tíos" siempre. Para nosotros fueron y son otro regalo del que no te puedes desprender aunque pase el tiempo.

Se hicieron mayores, hicieron "su marcha"...estudios, trabajo, novios...pero siempre han estado cerca de nosotros.

Sus caricias del alma también han estado al lado de Jose, sobre todo en este último año.

Las visitas de Maria, las cenas en casa...era una más de la familia. Venía a ver a "su tío". Las últimas veces, Jose ya no se levantaba y cenábamos en la habitación con él...pizzas, bocadillos...no importaba ni el lugar ni lo que cenábamos, estábamos junto a la persona que nos unía.

Recuerdo que cuando se iban, Jose me comentaba feliz su satisfacción de estar con sus amigos, para él era importante, pero que "su sobrina" se quedara era algo especial, era otra caricia del alma que recibía de ella.

Y José Vicente...por circunstancias de la vida vive en Francia con su pareja...La distancia no hizo que fuera impedimento para sentirle cerca. Si Jose pudo sentir el cariño de tanta gente que le acompañó, el cariño de "su sobrino" fue de esas grandes caricias que le llenaban y que hacían que presumiera ante todos de lo que él le quería.

Visitas, llamadas y sobre todo su preocupación por la evolución de la enfermedad. A Jose se le ablandaba el corazón y se emocionaba con él, se le llenaba la boca cuando hablaba de él...

El último detalle Jose no lo pudo ver fisicamente, pero estoy segura que desde su Cielo lloró de alegría. Enterarse de la noticia, que fue un mazazo, y reaccionar buscando un vuelo para poder acompañarnos en esos terribles momentos, fue todo un gesto de amor hacia nosotros.

Veo el semblante de Jose ante "su sobrino" que llegaba a tiempo de darle el último adiós...y os puedo asegurar que Jose se sintió la persona más importante y feliz del mundo.

Otra caricia del alma que hará que continue diciendo:

"LO HE TENIDO TODO EN LA VIDA..."

Mari Carmen.