Asumir la enfermedad de Jose, no fue fácil. Todos habéis pasado momentos difíciles en vuestras vidas, todos en algún momento habéis pasado por golpes (del tipo que sean) que os han llenado de angustia y de desesperación, por eso entenderéis que "los golpes fuertes" cuestan de aceptar y de asumir.
Pero si tienes la suerte de tener al lado a "esa" persona que lo ve todo con optimismo, resulta, no diré más fácil, pero sí más llevadero.
Recibí tantas caricias de Jose en este año, que fue él el que me ayudó a mí.
Sus caricias, eran caricias del alma, que me llenaban de su Amor y me hacían sentir con fuerza para afrontarlo todo.
Me derrumbé una y mil veces delante de él, creo que fue de las cosas peores que hice y ahora en la distancia, es lo que más me duele porque sé que tuvo que sacar más fuerzas para animarme a mí. Pero siempre recibía su caricia del alma. Su capacidad de trasmitir las cosas me llenaba de su paz y él siempre decía: "NO PASA NADA", "SOY FELIZ", "LO HE TENIDO TODO EN ESTA VIDA".....y como siempre, repetía: "SOLO LO SIENTO POR TÍ, POR NUESTROS HIJOS"........y entonces, se emocionaba.........
Y claro que le dolía...Era consciente de su situación, era consciente de la gravedad y de la rapidez de la evolución de su enfermedad...Pero su sonrisa (él que era de poco sonreir) siempre me acarició en el momento preciso, en el momento justo...
Los únicos momentos realmente malos para él, eran los momentos en que se ahogaba, era terrible verle la cara de impotencia y de sufrimiento..Pero ¡Dios! ¡¡¡ que fuerza tuvo!!!
El día que ingresó, antes de....., estábamos en casa, se ahogaba...vinieron nuestros amigos, llamaron al médico, se ahogaba...., la desesperación crecía....su cara era....¡mejor no pensarlo!....hasta que en un momento dado llegó la ambulancia. Le preparaban para irnos...y de repente me asomé a la habitación....le miré....y su cara se le iluminó. pero de verdad, irradió luz y paz...me guiñó el ojo y me mandó un beso...Yo sentí un escalofrío por todo mi cuerpo, callé, no dije nada.....Ya en el hospital, cuando ya sabíamos que "se iba", lo comenté con mi amiga...ella también lo vio y también calló....
Las dos sabíamos que se estaba despidiendo de mí...
Fue su última CARICIA.....
SU CARICIA DEL ALMA.
Mari Carmen
En este momento de mi vida también estoy aprendiendo a cerrar mi círculo... Lo que más me duele es el dolor de los que quiero, y lo único que pido, llegado el momento de la despedida es que guarden todas las cosas hermosas que hemos vivido juntos y sigan caminando.
ResponderEliminarÉl querría lo mismo para ti y creo que lo logró. Un abrazo tierno.
Jo Mari ....me haces llorar...no pasa nada...no te sientas mal...es que soy estupidamente sensible...
ResponderEliminarBusco lo positivo de tu experiencia...me refiero a que dentro de tanto malo veas esos guiños y ese saber estar ...
Leí el pasado post sobre los amigos...que lindo
Un beso chiquitilla
Mari Carmen, no te arrepientas, vos le mostrabas lo que sentìas y el te lo devolvìa demostrandote su amor, fuè un intercambio de ida y vuelta y seguramente lo ayudò a expresar lo que sentìa.
ResponderEliminarPor supuesto que todos tenemos nuestros dolores, el propio es el que màs duele porque sabemos que es lo que sentimos.
Ver sufrir a quien amamos eso es tremendo.
Va un abrazo grande,Beso
Gracias Mari Carmen por compartinos estas experiencias de los últimos momentos de José. Nadie cuenta estas experiencias, pero a los que estamos anotados en la lista, nos ayuda leer esto y saber a qué enfrentarnos. Nuestra confianza esta puesta en Dios y sabemos qué él hará presencia en ese momento.
ResponderEliminarmari carmen ¡¡¡muy fuerte!!!! que momentos!!!! Que mas decirte! que no sepas o que no sientas! momentos de fuerte dolor pero tambien de fuertes creencias que nos llevan a aceptar estas despedidas.
ResponderEliminarcada uno tiene su propia fe y de ella se agarra cuando pasan situaciones limites como esta.
Toda mi comprensión un fuerte abrazo
Despues hacemos silencio juntas!!!
Tengo que reconocer, que lo primero que pienso
ResponderEliminarmientras me adentro en tu testimónio, es que
no es justo.
No nos queda otro camino ante el doloroso
espanto que nos causa a muerte de un ser tan
querido, que aprender a vivir sin él.
Pero yo digo. ES INJUSTO.
Un beso.