DOS GESTOS

La enfermedad de Jose, como he dicho siempre, estuvo marcada por gestos y regalos, como él decía.

Es curioso como las pequeñas cosas de cada día, los detalles pequeños que parecen pasar desapercibidos, son los más importantes en situaciones difíciles. Jose de estos detalles tuvo muchos.

Uno de ellos, era de nuestra hija. Se desvivía por su padre, estaba pendiente de todo lo que necesitaba y Jose, cuando la veia aparecer por la habitación, se sentía feliz.

No necesitaba pedirle nada, ella siempre estaba al tanto, sobre todo con las manos de Jose.

Él, ya no las podía abrir solo, y Maria, nuestra hija, era la que cada vez que estaba con él, se encargaba de abrirselas para que cambiara de posición.

Para Jose, este gesto era recibir la ternura de su "niña". Había veces que si no se daba cuenta, solo con mirar a su padre, ella lo notaba enseguida y corría a abrir esas manos que tanto la habían acariciado.

Otro gesto bonito que nos hacía reir y que a Jose le encantaba, era el de mi mejor amiga.

Venían (los amigos del alma), todos los días a ver a Jose, a acompañarnos un rato...Jose en la cama se resbalaba y se iba hacia abajo...Le subíamos entre su amigo y yo, al subirlo, el pantalón del pijama se le quedaba un poco enrollado, y mi amiga era la encargada de dar el estirón para que el pijama quedara perfectamente colocado.

Cuando ella no estaba, a mí se me olvidaba...Jose enseguida me decía: "Si estuviera Paqui aquí, esto no estaría así..."

Un día, estaba la hermana de Jose con nosotros, y llamaron al timbre, eran nuestros amigos, entro corriendo a la habitación y le digo..."corre, que es Paqui, ponle bien el pantalón...."

Esta tontería nos hacía reir, y Jose, siempre esperaba que nuestra amiga le pusiera su pijama bien estiradito...Era el gesto que le hacia sonreir y burlarse de "mi despiste". "Su amiga" no permitía ni una arruguita para que estuviera más cómodo....Y Jose se sentía feliz, porque era una muestra de cariño que recibía de ella...

Detalles, que ahora recuerdo con un cariño inmenso y lleno de nostalgia...ya no hacen falta esas caricias, pero estoy segura que Jose, se las llevó en su corazón y en su Cielo las recordará con la misma ternura que nosotros.

Escribí esto ayer en mi libreta, mi hija siempre me pregunta ¿de qué escribes hoy?, cuando le dije que era sobre ella y mi amiga me pidió que se lo leyera. Muchos días, lo leemos juntas...

Empecé a leer y cuando escuchó lo del gesto con su padre, miré su carita y las lágrimas que le caían eran como puños. desde que Jose no está, sólo la vi llorar el día que volvió a casa después de.....(ella estuvo con su tía y primas). Es una niña super fuerte. Ayer, se emocionó recordando, como no os podéis imaginar y yo tuve que tragar mi emoción para animarla.

Se acordó de las manos que ella abría con tanto cariño y la emoción pudo con ella. La tranquilicé sonriendo, le dije que era bueno que llorara, porque recordaba todo el cariño hacia su padre, que eso era bueno porque lo tenía vivo en su corazón y era lo más bonito que podía pasarle. Volvía a llorar y reía al mismo tiempo que le leía lo del pantalón del pijama....

Han sido unos momentos duros, pero sus lágrimas eran de AMOR al padre que tanto quiere, lágrimas porque el recuerdo está vivo y mientras esto ocurra Jose estará presente en su vida ¡PARA SIEMPRE!

Está super orgullosa de que os cuente este detalle, quiere compartir lo mucho que quiere a su padre.

Mari Carmen