TE EXTRAÑO...

     Cuando parece que has metido la pata, cuando te das cuenta que no debes ser el ombligo del mundo.  Que hay momentos en los que debes quedarte en casa y esconderte debajo de la cama. Cuando sientes que sobras en algún lugar, no por los demás sino por tí, cuando aparecen sentimientos de dolor en lugares donde no deben aparecer. Cuando la pena es tan grande que no puedes esconderla y quisieras morirte antes  que se den cuenta. Cuando resulta imposible frenar tu rabia y sientes ganas de gritar ¡NO ES JUSTO! y no debes demostrarlo porque no es el momento ni el lugar. Cuando sientes que eres inoportuna porque sin querer te ahoga la tristeza y no puedes disimular. Cuando ese dolor "de dentro" ya no puede más y tiene que salir donde sea y como sea, y resulta que es el mejor momento de los demás. Cuando crees estar bien y de repente y sin motivo aparente las lágrimas empiezan a escapar...y te destroza el dolor...Cuando todo esto ocurre y no logras controlarlo...¡Querrías desaparecer!...


     ¡Que se pare el mundo que me quiero bajar! es lo que sientes en momentos como estos. Es el momento de los demás y nadie debe preocuparse por tí, tienes que ser fuerte y disfrutar con la alegría y la felicidad de los que te rodean, debes compartir los buenos instantes con la gente a la que quieres...y sentirte feliz....Y resultó imposible...¡Sentí la NECESIDAD de estar junto a él!, y no pude volverme invisible, no pude escapar..., fui incapaz de remontar. Ahora la sensación de rabia y de impotencia es mayor porque mi debilidad me hace temer todavía más "esos momentos especiales"...


     Y es que el dolor, ese que no se ve, el de dentro es aún más grande de lo que parece...Lo siento, creí que podría...Pero se trataba de "nuestros amigos del alma"...y él hubiera querido "estar" a su lado...Me invadió la tristeza y la rabia encendió de nuevo la mecha...LO SIENTO!!!!


   (Me tomo un respiro por unos días)


   Mari Carmen.