miércoles, 17 de noviembre de 2010

SIGO TOMANDO CAFÉ...


    Mi manía de tomar café me sigue recordando instantes mágicos...
   
    Café sola...con mis nostalgias a cuestas...


    Leí lo siguiente de POLDY BIRD, y me identifiqué con el texto...y con el café.


                       "CAFÉ PARA UNO"


     "Casi le pido al mozo "Dos cafés".
     Pero me dio un poco de vergüenza pensar que la gente se extrañaría al ver la otra taza, frente a la silla vacía.
     O que el mozo creyera que alguien faltó a la cita o me dejó plantada.
     Así que le dije: un café.


     Y mientras revuelvo amorosamente la cucharita en el líquido humeante me parece verte caminar entre las mesas sonriendo como siempre, con tu casaca, el diario en una mano y mirando con tus ojos claros.
     ¿Cuánto tiempo hace que no nos encontramos?
     ¿Cuánto tiempo sin que alguien quiera saber como verdaderamente me siento, qué me pasa, cómo estoy?
     Sin intentar juzgarme o reprocharme; sino simplemente entenderme.
     Eso es lo que más extraño de tí: la comprensión.
     Decirte todo. Confesarte aciertos y errores sin que te sobresaltes, ni te enojes, ni me pidas explicaciones.


     Algo se apuraba en mi pecho cuando te miraba las manos, con tus dedos manchados de nicotina, sensitivas y fuertes a la vez.
     Manos que no se avergonzaron de cambiar pañales, de ayudarme a lavar los platos, de traerme un pequeño regalito, solo de recuerdos.


     Todos los amigos se acuerdan de tí y te echan de menos.
     Algunos siguen viniendo a casa, otros no, pero sé que se acuerdan y siempre te van a recordar.
     
     No es necesario que te cuente las cosas en detalle, porque estás enterado de todo, estoy segura!


     Y aunque quisiera hablarte, las palabras se me ahogan en ese lago que inunda mi garganta.


     Se hunden allí, no salen.


     Yo sé que estás sereno y suelto como antes.


     Estás ahí, con una paz que suelta pajaritos de luz sobre las cosas.


     Y me parece que si estás ahí, nada malo podrá sucederme, porque no dejarías que nada malo me pasara.


     Como el mar contra las rocas, estallan mis recuerdos.
     Y hasta la última célula de mi cuerpo se siente desamparada en tu ausencia.


     Nunca nadie me hizo sentir tan protegida, nunca nadie me ha vuelto a dar paz.


     A cada recuerdo lo subraya una línea azul de llanto y me la bebo a sorbitos con el café.


     No vi en qué momento te fuiste.
     No oí tus pasos alejándose.


     Me sequé las mejillas con las manos, llamé al mozo, pagué, respiré hondo, observé la taza solitaria y salí.


     Cada tanto entro en un café y pido "un café para uno", y te convoco,
te siento frente a mí, te arranco de ese exilio que es la muerte
y por un rato creo que la silla vacía se llena con tu presencia
como un sueño."


     Mari Carmen.

6 comentarios:

  1. Hola paso de visita por tu blog y lo que en el veo y leo me gusta precioso y muy interesante. Saludos

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  2. ¡Buenos días MariCarmen! sabes, yo en soledad, muchas tardes en la cocina tomó café y hablo en alto, y todavía le cuento cosas que no me atrevo a decirle a nadie y no sé si está o no, pero me siento bien.
    Besitos

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  3. La silla vacía en un sitio público se siente especialmente desierta.
    Yo abandoné los sitios a los que ibamos ambos y voy a sitios nuevos.
    Lo paso mejor pero la ausencia aunque es diferente está siempre presente.
    Ánimo!
    Un abrazo grandote.Besos

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  4. Ése café que sabe a amor, con la cafeína de la fuerza, la que dá aroma a la intensidad del querer...
    Disfruta de tú café...Nunca lo tomas sola, lo sé...
    Un beso inmenso.

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  5. Que bonito lo que has escrito, me traes muchos recuerdos, ya lo sabes.
    "Y me parece que si estás ahí, nada malo podrá sucederme, porque no dejarías que nada malo me pasara"....eso es exactamente lo que yo pienso a veces y sabes que? me lo demuestra cada día, él cuida de mi, no tengo la menor duda
    Un abrazo grande amiga

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  6. Hola Mari Carmen bonito relato de vida, de recuerdos, de ausencia, de cariño, de falta, de amor, comparto tu café para uno, para dos, para tres con tal que dejemos volar la imaginación. Un abrazo Josep

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