sábado, 4 de junio de 2011

CUIDADORES...


     Hay circunstancias en la vida que nos llevan a convertirnos en "cuidadores" de personas enfermas a las que queremos por encima de todo.

     Cuando estos cuidados son con "enfermos terminales", se pasa de tener una vida "normal" a tener una vida totalmente dedicada a esa persona y entregada a su bienestar. Sigues con "una normalidad" aparente porque es lo que deseas, pero cuando pasa el tiempo y lo analizas, ves que la "normalidad" de esa época da como resultado una dependencia total.

     En el momento de llegar a afrontar situaciones como esta, tienes dos opciones:

     Afrontarlo con miedo y sufriendo cada segundo al ver el declive inexorable del cuerpo físico...

     O afrontarlo con generosidad, con paciencia, con entrega y con el convencimiento que se puede ser feliz con esas y otras dificultades.

     No es fácil aceptar situaciones tan extremas, y a veces el cansancio, la rutina y el desánimo se apoderan del cuidador, incluso del enfermo que se da cuenta del tiempo que se le dedica y sufre por la impotencia de su dependencia.

     Una persona "cuidadora" también necesita que "le cuiden"...Su labor puede ser una puerta abierta a esa felicidad que le traerá sentirse útil dando su cariño, su afecto, su ánimo y su empuje ante las adversidades de la vida...pero necesita que "le cuiden".

     ¿Quién cuida al cuidador...?

     En primer lugar, el propio enfermo...Mi experiencia fue así, me sentí cuidada, arropada, mimada...Jose fue así de generoso, y en su dura enfermedad siempre consiguió que yo me sintiera feliz. No fue un "castigo" para nosotros, al menos él nunca lo vió así y logró que viviéramos plenamente con "alegría" esa etapa, que se pudo convertir en un calvario y resultó una etapa "tremendamente feliz".

     En segundo lugar, el cuidador se ve "cuidado" por "su gente"...Aunque parezca pasar inadvertido, hay momentos, situaciones en las que, aparece "alguien" que te acompaña, "alguien" que te comprende, "alguien" que te escucha, te alienta, te regala, te enseña...

     ¡Cuántas veces!, durante muchos días, surgía ese "alguien"...aunque fuera simplemente con una llamada, una sonrisa, o una palabra de esperanza...


      Entonces, te conviertes en el "cuidador cuidado"...


      Aún hoy, después de todo lo vivido, me siento "cuidada", "apoyada"...y si alguna duda queda de si lo hice o no lo hice bien, o de si lo hubiera podido hacer mejor, ahí están ellos, para recordarme que "los dos" le ganamos la batalla a la maldita enfermedad, que los dos fuimos "uno" en la lucha, que los dos nos lo pusimos fácil para VIVIR...porque prevaleció el amor a pesar de la dificultad. 


      Llega el momento de...

     "SONREIR Y DEJAR QUE LA GENTE SE PREGUNTE...¿POR QUÉ...?



     Y como dijo el médico italiano Augusto Murri:

     "Si podéis curar, curad;

     si no podéis curar, calmad,

     si no podéis calmar, consolad."



     Mari Carmen.



1 comentario:

  1. Mari Carmen me gustó muchísimo este escrito, es muy real y duro por las dos partes. A veces incluso se tienen remordimientos cuando pierdes un poco la paciencia, pero es normal; lo importante es hacer en todo momento lo que salga de nuestro corazón, incluso alejarnos una hora para recuperar energía.
    Cuando ya nos encontramos con las manos vacias, el corazón queda a rebosar ¿verdad?
    Besitos y muchas gracias por venir a la fiesta.

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