Querido amigo blanco:
Te escribo esto para decirte un par de cosas que deberías saber...
Cuando yo nací, ya era negro.
Cuando empecé a crecer, era negro.
Cuando voy a la playa, soy negro.
Cuando tengo frío, sigo siendo negro.
Cuando tengo pánico, soy negro.
Cuando me enfermo, soy negro.
Incluso cuando me muera, continuaré siendo negro.
En cambio tú, mi querido amigo blanco.
Cuando naces, eres rosado.
Cuando empiezas a crecer, te pones blanco.
Cuando vas a la playa, te pones rojo.
Cuando tienes frío, te pones azul.
Cuando tienes pánico, te pones amarillo.
Cuando estás enfermo, te pones verde.
Cuando te mueres, te pones gris.
¡¡Y tú todavía tienes las narices de decirme que yo soy de color!!
FIRMA: Un negrito mosqueado.
(Desconozco el autor)
Me alegro que tu blog esboce una sonrisa, poquito a poco llegará a tu alma.............
ResponderEliminar¡Buenos días! gracias MariCarmen, es bonito que el día empiece con una sonrisa, aunque el tema también tiene una moraleja ¿verdad? el color de la piel es lo de menos, un simple envoltorio, lo importante es el interior.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias por hacer que en mi cara aparezca una sonrisa hoy.
ResponderEliminarQue bueno es leerte debuen humor!!
ResponderEliminarMe encantó.
Un abrazo grande
ei! Mari Carme mi nieta de 6 años es cafe con leche un abrazo Josep
ResponderEliminar¡Arriba ese ánimo!, como me gusta.
ResponderEliminarBesitos.
que bom que finalmente nos pões um sorriso.Sabemos quanto vales, e como é bom ter-te como amiga.Quem te quer,ficou decerto muito
ResponderEliminarfeliz com esta entranda.José tambem onde quer que esteja. E eu tambem.