El miedo a la muerte es ese miedo que todos llevamos dentro de nuestra alma...ese miedo que a veces se apodera de nuestra mente y lastima nuestros ojos inundándolos de lágrimas junto a un mar de recuerdos, pues nunca desearon la partida de un ser querido.
Una partida que no siempre nos parece justa, que nunca es deseada...que nos deja a todos con el alma echa pedazos...con el alma llena de dolor, dolor que parece se sale de nuestro cuerpo y nos alcanza el corazón...
El dolor casi siempre va acompañado de un por qué...sin argumentos...de sueños perdidos...de deseos por realizar...de esperanzas que ya no se alcanzaran..
Este dolor es una verdadera escuela de vida para los que nos quedamos, pero cuesta mucho aprender de esa escuela....
Tras la pérdida quedamos con un vacío en el que buscamos pero no encontramos...donde nos aferramos a los recuerdos y lloramos como niños por haber perdido lo más grande...
Al final la muerte se lleva todo lo que no fue, pero nos quedamos con todo aquello que vivimos...
Ahora él ha partido a su lugar en el firmamento...es ahora la estrella más brillante...y está ahí para mí....PORQUE AMAR A ALGUIEN ES NO OLVIDARLE JAMAS.
MARI CARMEN.
Mari Carmen, despuès de ver desintegrarse a mi marido, despuès de verlo sufrir tanto durante muchìsimos años, cuando partiò sentì que por fin èl estaba en paz.
ResponderEliminarSì, me quedò un vacìo enorme, me llevò tienpo volver a reir, volver a ciertas tareas, Carlos me va a faltar siempre pero despuès de 4años sigo marchando por esta vida, trato de pasarlo lo mejor posible,trato de hacerles màs fàcil el camino a los hijos y me tomo un dìa a la vez.
Espero que de apoco encuentres la forma de transitar este camino delamejor forma posible.
Un beso enorme.
Medoy cuenta que hay algo que no respondì.
ResponderEliminarDespuès de lapartida de Carlos me enfermè gravemente yo.
No le temo a la muerte,le temo a las largas enfermedades y al dolor.
A mi modo de ver en la muerte hay descanso, sì, es duro pensar que no veremos màs a nuestros seres queridos pero me parece màs duro que ellos sufran con nuestro padecer.
Beso