jueves, 5 de mayo de 2011

NUDO DE AMOR...


           (Autor desconocido)


     En una junta de padres de familia de cierta escuela, la directora resaltaba el apoyo que los padres deben darle a los hijos. También pedía que se hicieran presentes el máximo de tiempo posible.


     Ella entendía que, aunque la mayoría de los padres y madres de aquella comunidad fueran trabajadores, deberían encontrar un poco de tiempo para dedicar y entender a los niños.


     Sin embargo, la directora se sorprendió cuando uno de los padres se levantó y explicó, en forma humilde, que él no tenía tiempo de hablar con su hijo durante la semana. Cuando salía para trabajar era muy temprano y su hijo todavía estaba durmiendo. Cuando regresaba del trabajo era muy tarde y el niño ya no estaba despierto. Explicó, además, que tenía que trabajar de esa forma para proveer el sustento de la familia.


     Dijo también que el no tener tiempo para su hijo lo angustiaba mucho e intentaba redimirse yendo a besarlo todas las noches cuando llegaba a su casa y, para que su hijo supiera de su presencia, él hacía un nudo en la punta de la sábana que lo cubría. Eso sucedía religiosamente todas las noches cuando iba a besarlo.


     Cuando el hijo despertaba y veía el nudo, sabía, a través de él, que su papá había estado allí y lo había besado. El nudo era el medio de comunicación entre ellos.


     La directora se emocionó con aquella singular historia y se sorprendió aún más cuando constató que el hijo de ese padre era uno de los mejores alumnos de la escuela.


     El hecho nos hace reflexionar sobre las muchas formas en que las personas pueden hacerse presentes y comunicarse entre sí.


     Aquel padre encontró su forma, que era simple pero eficiente. Y lo más importante es que su hijo percibía, a través del nudo afectivo, lo que su papá le estaba diciendo.


     Algunas veces nos preocupamos tanto con la forma de decir las cosas que nos olvidamos de lo principal, que es la comunicación a través del sentimiento.


     Simples detalles como un beso y un nudo en la punta de una sábana, significaban, para aquel hijo, muchísimo más que regalos o disculpas vacías. Es válido que nos preocupemos por las personas, pero es más importante que ellas lo sepan, que puedan sentirlo.


     Para que exista la comunicación es necesario que las personas "escuchen" el lenguaje de nuestro corazón, pues, en materia de afecto, los sentimientos siempre hablan más alto que las palabras. Es por ese motivo que un beso, revestido del más puro afecto, cura el dolor de cabeza, el raspón en la rodilla, el miedo a la oscuridad.


     Las personas tal vez no entienden el significado de muchas palabras, pero saben registrar un gesto de amor. Aunque ese gesto sea solamente un nudo.


     Un nudo lleno de afecto y cariño.


    
     Pensé en los gestos de amor, de amistad, de cariño...y no solo hacia los niños. También los mayores nos comunicamos a veces con ese tipo de gestos..y ¡cómo llenan!


     Me llevó como siempre a la enfermedad de Jose ¡Nos decía tanto con sus gestos! ¡Con su mirada! ¡Con su sonrisa!...y como le costaba hablar!


     Él era de poco reír, más bien tenía siempre el semblante serio, muy serio...y a partir del momento de conocer su enfermedad, su rostro se transformó en una bella sonrisa y en una luz especial en su mirada. ¡Trasmitía TANTO!!!!


     Es verdad que todo sabemos registrar un "gesto de amor", y es que a veces vale más que las palabras...pensaba en todo lo que Jose me hubiera podido decir sobre lo que sentía, pero él prefería callar, y su cara reflejaba todo su sentir...Bastaba con mirarle para ver su felicidad...y con una sonrisa nos trasmitía esa serenidad que perduró hasta el último momento.


     Su gesto de Amor fue su sencillez y su humildad...con pocas palabras nos daba una continua lección de VIDA.


     Mari Carmen.


    

2 comentarios:

  1. Preciosa la historia del nudo!
    Un beso grande

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  2. También él te dejó un gran legado del que debes estar muy orgullosa querida amiga, también el dejó su nudo
    un abrazo fuerte

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