martes, 5 de abril de 2011

ODA A MI SILLA DE RUEDAS


                             (Rosamaría Pantaleoni)

     "No me había fijado bien en tí, hasta que un día, alguien me preguntó...¿No la odias? Me quedé sin respiración...¿Odiarte...? Eres mis piernas y todo lo que necesito para desplazarme por la vida...¿Odiarte? Eres mi libertad y cuando llego al lugar elegido, me siento ligera como un pájaro...Y feliz, porque no necesito a nadie...¿Cómo podría odiarte...?

     Quizás a otros no se les ha ocurrido nunca darte las gracias por existir, por esperar a los pies de la cama cuando te necesitamos. Y ahora por llevar una batería estupenda que "ha jubilado" a la persona que te empujaba.

     ¿A cuántos habrás paseado...? Gente que ya había perdido la esperanza de asomarse a la vida, oler las flores, escuchar la canción de los arroyos...A lo mejor ni lo sabes, porque lo tuyo es ayudar, sin esperar nada a cambio.

     Tengo dos sobrinos maravillosos que, cuando eran pequeños, se peleaban por sentarse en mis rodillas para que los paseara...Nunca te quejaste del "exceso de peso". Era un paseo apacible, sin prisas...Creo que te gustaba llevarlos tanto como a mí...

     Muchas veces, sin darme cuenta, acaricio "la bola" suave y brillante que me sirve para ponerte en marcha. ¿Cariño? ¿Agradecimiento...? No lo sé. Pero lo hago.

     Si alguna vez puedo volver a levantarme -que no lo creo- ¿me echarás de menos? ¿Pensarás que ahora que ya no te necesito, ni te uso, voy a olvidarme de tí...? Nunca será así, querida silla de ruedas...porque el agradecimiento de tantos años de luchar y sufrir juntos, estará ahí...Por eso, no te regalaré nunca a nadie. Por lo menos, hasta que me muera. Y a lo mejor, para entonces, ya te habrás hecho viejecita...

     ¿Nadie ha pensado en hacerte un "monumento"...? ¿por qué, si lo tienen otras cosas menos útiles...? Quizá no estás en medio de una plaza porque nunca te han necesitado...ni sueñan como nosotros en volar...Sientes que no puedes correr con las piernas, pero puedes hacerlo con la imaginación, con la ilusión de superar tantas frustraciones...Y decirle al mundo que tu corazón y el mío laten con el mismo ritmo que el de los atletas de las olimpiadas. Yo lo hago, mientras me llevas -casi me "meces"- por esos caminos llenos de sol que a veces no necesitan llegar a ningún sitio concreto...

     Bueno, quería decírtelo para que, esté donde esté, sigas acordándote de mí. Y de la felicidad que me has dado...te quiero con todo mi corazón, querida silla..."

     Cayó este escrito en mis manos, por casualidad...Me impactó el título "ODA A MI SILLA DE RUEDAS"...Parecía algo irreal que alguien dedicara una Oda...a una simple silla de ruedas...

     Después de leerlo y recordar a Jose con "sus sillas" me pareció genial esta Oda, y pensé en como le habría gustado expresarlo a él...y en como "disfrutó" con ellas...

     La primera silla, la manual, la eligió con sumo cuidado, pensando especialmente en mí...Que pesara poco, que fuera fácil de plegar, que fuera sencilla...y después pensando en él, en su comodidad...

     ¡Cómo sacamos provecho de esa silla! Nos permitió viajar sin problemas y movernos sin apenas dificultad (salvo en los lugares "no accesibles").

     Luego llegó la silla con motor, ahí podía tener más autonomía y aunque fue poco lo que la utilizó, se sintió feliz con ella...

     Los que la empujábamos pudimos disfrutar con él de momentos inolvidables...

      En el teatro...sus chicos se volcaban en ayudarle...

     Los amigos...todos dispuestos a empujar a donde fuera...

     La familia...siempre atentos a cualquier movimiento...

     Incluso los vecinos, siempre alerta por si les necesitábamos...

     Y como no, su sobrino pequeño..que jugaba con ella y quería empujar él solo, y se subía como si escalara por sus piernas....

     Silla de ruedas...En verdad fue especial en momentos duros...Nos puso más fácil el camino...y Jose, como en todo, mostró entusiasmo desde el primer día...

Fue feliz con SUS SILLAS DE RUEDAS...

    
     

      
     Mari Carmen.

3 comentarios:

  1. Cuanta verdad, lo importante que puede ser en la vida de una persona que la necesita, que son sus piernas, mi madre los últimos años también tuvo una y también le doy las gracias por ello.

    Besitos.

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  2. Cierto, si no fuera por ella que distinta sería la vida para muchos...........
    un besote

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