lunes, 11 de abril de 2011

ÉCHAME DE MENOS, PERO DÉJAME IR...



     (Aprendiendo a decir adiós - Marcelo Rittner)


Cuando llegue el final del camino
y el sol se haya puesto para mí,
no quiero ritos en una habitación llena de tristeza.


¿Por qué orar por un alma que es libre al fin?
Échame de menos un poco,
pero no por mucho tiempo
y no cabizbajo.


Recuerda el Amor que una vez compartimos,
échame de menos, pero déjame ir.


Porque este es un viaje que todos debemos hacer,
y cada uno debe ir solo.
Todo parte del plan del Maestro.


Me encuentro camino a casa.


Estoy bien. Estoy en paz.


Pero me preocupas tú.


Cuando estés sola y tu corazón se sienta invadido
por la tristeza o la melancolía,
entierra tus pesares haciendo buenas obras.


Y avanza por el camino de tu vida.


Échame de menos, pero déjame ir.


Mari Carmen.

5 comentarios:

  1. ES lo mejor, pero no quita que sea difícil.

    Besitos.

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  2. Precioso, pero como dice Erika, que difícil es...
    un besote

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  3. Es muy bonito. Así debería ser. Es cierto que el que se marcha es quien más pierde, puesto que pierde la vida, al menos tal y como la conocemos...pero el que queda pierde el amor o el cariño, de aquél que se marcha. Recomenzar sin ésa mano sobre la nuestra es echarles de menos cada día, pero dejándoles libres de las ataduras terrenales...

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  4. Es duro el camino pero hay que aprender a recorrerlo a solas, la vida continúa aunque no nos guste cómo. Besos

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  5. ¡Hola!, creo querida amiga que esas palabras te llegan en la caricia del viento, en el calor del sol, en las noches mirando las estrellas... las comprendes, pero por el momento resbalan como el agua, no se quedan en tu corazón, es normal ¡cuesta tanto dejar de pensar, de añorar, de necesitar!
    Besitos

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