martes, 15 de febrero de 2011

UN CORAZÓN...



     "UN CORAZÓN QUE ESCUCHE"  (Autor desconocido)


     "Un médico psicólogo atendía una consulta en un hospital, sus pacientes eran adolescentes.


     Cierto día le derivaron un joven de 14 años que desde hacía un año no pronunciaba palabra y estaba internado en un orfanato.


     Cuando era muy pequeño, su padre murió, vivió con su madre y abuelos hasta hacia un año, a los 13 muere su abuelo, y tres meses después su madre en un accidente.


     Sólo llegaba al consultorio y se sentaba mirando las paredes, sin hablar. Estaba pálido y nervioso.


     Este médico no podía hacerle hablar. Comprendió que el dolor del muchacho era tan grande que le impedía expresarse, y él, por más que le dijera algo, tampoco serviría de mucho.


     Optó por sentarse y observando en silencio, acompañando su dolor.


     Después de la segunda consulta, cuando el muchacho se retiraba, el doctor le puso una mano en el hombro: "ven la semana próxima si gustas...Duele ¿verdad?..."El muchacho lo miró, no se había sobresaltado ni nada, sólo lo miró y se fue.


     Cuando volvió a la semana siguiente, el doctor lo esperaba con un juego de ajedrez, así pasaron varios meses sin hablar, pero él notaba que David ya no parecía nervioso y su palidez había desaparecido.


     Un día mientras el doctor miraba la cabeza del muchacho mientras él estudiaba agachado en el tablero, pensaba en lo poco que sabemos del misterio del proceso de curación.


     De pronto, David alzó  la vista y lo miró: "Le toca" - le dijo.


     Ese día empezó a hablar, hizo de amigos en la escuela, ingresó en un equipo de ciclismo y comenzó una nueva vida, su vida.


     Posiblemente el  médico le dio algo, pero también aprendió mucho de él.


     Aprendió que el tiempo hace posible lo que parece dolorosamente insuperable, e estar presente cuando alguien lo necesita, a comunicarnos sin palabras.


     Basta un abrazo, un hombro para llorar, una caricia, un corazón que escuche.


     Que importante es a veces, estar junto a una persona que sufre algún dolor, sólo con el corazón."


     Que las prisas por vivir, el estrés en que nos vemos inmersos no sean motivo para olvidar que siempre puede haber alguien que nos necesite...La vida es más que "tener", debemos, antes que "tener"...."SER".


     Mari Carmen.

3 comentarios:

  1. ¡Hola! rompo el silencio y te envío un abrazo cálido, aunque esté hecho de palabras, para que sepas que estoy un poco alejada de la red pero formas parte de las cosas hermosas de mi vida...

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  2. Hermosa historia Mari Carmen y real, muy real
    un abrazote

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  3. Alondra, GRACIAS por romper el silencio y acompañarme...UN BESO.

    Rita, un abrazo del alma...

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