lunes, 18 de octubre de 2010
NECESITO UN CAFÉ...
Necesito un café, a poder ser "tocado" de coñac. Quiero compartirlo y no tengo con quien...
Escribí hace poco sobre los cafés compartidos, tengo la suerte de poder seguir con esos cafés que me van ayudando y me van sirviendo de escape en este camino largo, larguísimo....
Necesito ese café con una pizca de coñac, pero, no es para mi....es para él...
Necesito tomarme uno bien cargadito, pero a su lado...Recordar como le gustaba el aroma , recordar como bebía, saboreando cada sorbo tras las caladas de su cigarrillo....Y entre sorbo y sorbo, grandes charlas, grandes pensamientos...
Hoy necesito ese café a su lado...compartir nuestras manías, compartir nuestros secretos...Susurrarle al oído que le quiero y que le sigo extrañando...
Siento frío cuando veo la taza vacía, cuando se acaba mi café...y sigo estando sola, y noto escalofríos cuando pienso "ojala estuviera tomando el café conmigo"....y el silencio es la única respuesta, solo se disuelve con el ruido de la cucharita que tintinea esperando que alguien comparta conmigo esa tristeza que me ahoga...
El café compartido, es solo un símbolo, hay tantas cosas que todavía quiero compartir...que me duele el alma de tanta añoranza...
Quiero tomar ese café contigo, desde tu Cielo acompáñame tan solo un momento...tenerte solo un segundo sería mi felicidad completa....
Te acompaño en el silencio, me uno a ti en la distancia, llego a tu alma con el amor...y te espero desde el corazón...
El amor no acaba nunca, con un café compartido vivimos momentos intensos, como el aroma que desprendía...
Quizá, algún día, repetiremos la dicha...Estaremos juntos...y seguiremos compartiendo instantes de felicidad...
Hoy sigo con mi café a solas, pero sin notarlo apenas, él está a mi lado...Y me susurra....un TE QUIERO que me llega al alma....
Mari Carmen.
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Un abrazo enorme
ResponderEliminarBesos
Olí el café, olí el coñac....entendí el post, esas cosas normales, cotidianas...
ResponderEliminarEs normal que sigas echando falta ese momento del café como tantos otros...
Hoy hablaba con una vecina, que este fin de semana iba a ir a una castañera, ahora es el tiempo, que siempre se pone en la misma plaza, ibamos a ir mi marido y yo a sentir el olor de las castañas y el calor en las manos como cada año...
Me dijo en la cotidianidad y en lo normal aunque no lo creamos se siente la felicidad..y le dije sin dudar que siiiiiiiiii...estamos tan acostumbrados a hablar de lo grande...y lo grande son esas pequeñas cosas ...como un café con un ligero aroma a coñac...
Un beso